Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

viernes, 16 de marzo de 2018



Soledades, silencios o esa maldita indiferencia. Todo un grupo de indeseables palabras, todas calladas.
¡Qué puñetas! Fuera con ellas.


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